La canción
Lanzada como el cuarto sencillo de su segundo álbum, Sweet Dreams rápidamente alcanzó el número dos en las listas del Reino Unido en marzo de 1983 y, unos meses después, llegó al número uno en el Billboard Hot 100 de Estados Unidos.
Esta canción no solo definió el sonido de Eurythmics, sino que también se convirtió en un símbolo del synth-pop de los 80. Eurythmics grabó el tema en un pequeño estudio casero en el ático de un viejo almacén en Londres, donde vivían en ese momento. A pesar de las limitaciones tecnológicas de la época, el dúo logró crear un sonido único que capturó la atención del mundo. |
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La letra de la canción, con su repetitivo y pegajoso estribillo, invita a la reflexión sobre los deseos y aspiraciones humanas, así como las complejas interacciones entre las personas en su búsqueda de satisfacción y realización personal.